Nos hemos acostumbrado a este tipo de proceso de compra y hoy lo vemos como algo normal, no sólo en los supermercados, sino en las tiendas de ropa, de electrónica, etc. Durante muchos años, las ofertas de trabajo en estos establecimientos quedó relegado al puesto de cajero y reponedor, básicamente. Pero ahora estamos sufriendo una nueva revolución de mano de las nuevas tecnologías. Les cuento algunos casos:
- Apple acaba de abrir en Barcelona su primera tienda en donde ya no existen cajas de cobro. Los clientes de identifican al entrar, seleccionan el producto, lo pasan por un arco de control y se van para su casa con la mercancía. El cargo se hace directamente en la cuenta asociada a la identidad del cliente, sin necesidad de hacer el pago in situ.
- Estamos viendo también los primeros amagos de cajas automáticas en los supermercados, en donde es el propio cliente el que pasa los productos por el lector de códigos de barras y cierra la compra. La siguiente vuelta de tuerca vendrá de unos nuevos códigos incorporados a los productos, que permitirán sacar la factura de la compra pasando el carrito por un arco, sin necesitan de sacar los productos ni depositarlos en una cinta. En poco se popularizará este forma de pago.
- ¿Y qué decirle de las autopistas? Las cajas de cobro automáticas agilizan el tránsito de los vehículos aportando comodidad al usuario y ahorran puestos de cobro.
- La banca online está entrando en nuestras vidas a pasos agigantados, permitiendo al cliente hacer sus operaciones más habituales a cualquier hora y en cualquier lugar. ¿Cuántas oficinas "tradicionales" acabarán cerrando?
- Y otro ejemplo más; algunas compañías de seguros están creando aplicaciones para el móvil que permiten realizar los partes de accidente en segundos: una imagen del vehículo, la geolocalización del lugar aportada por el propio dispositivo, y pocas cosas más. Este parte de accidente se procesa automáticamente, sin necesidad de que un admistrativo "traduzca" el parte convencional en papel y lo introduzca en el sistema. Nuevamente, ahorro de costes de personal para la empresa y más comodidad para el cliente.
Son cuatro ejemplos, pero hay cientos más fácilmente detectables. Se trata de un camino imparable que reemplazará personas por nuevas tecnologías. Una nueva revolución "industrial" que, al igual que sucedió hace varios siglos, obligará a una reconversión laboral. Se acaban los puestos de cajer@ y administrativo, por la simple razón de que cada vez serán los propios clientes los que asuman estas labores. Muchos de los parados con pobre formación no tendrán cabida en las empresas, simplemente porque éstas ya no ofertarán puestos en los que se necesite personal con baja cualificación. Y las preguntas que queda por hacer son: ¿es consciente la gente de este camino sin retorno? ¿están haciendo algo por adaptarse a los nuevos tiempos que se atisban?
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