Antes de dar respuesta a la pregunta que será el centro del comentario de hoy, les planteo otra: ¿por qué nos interesa definirlo? Nos interesa porque si fuéramos capaces a determinar con la mayor precisión posible cuáles son las variables que condicionan el talento, estaríamos dando pasos de gigante para saber en dónde hay que actuar si queremos potenciarlo. Yo me arriesgaré a entrar a valorar un intangible tan complicado de medir y daré mi visión particular sobre qué factores influyen en el talento y qué acciones tenemos en nuestro poder para promoverlo.
Conforme a lo dicho: ¿qué variables condicionan que una persona sea talentosa o no? Yo creo que son dos: el conocimiento y la imaginación (o creatividad). Y ambas deben ir juntas, es decir, no funciona la una sin la otra.
- El conocimiento es la "biblioteca mental" a donde acudimos para buscar soluciones e ideas, referentes que nos den pistas para solventar un problema. Por conocimiento no sólo se incluye la formación académica obtenida, sino que entran también las experiencias, las vivencias, las relaciones con otros, etc., etc., etc. Todo lo que se nos ocurra que enriquezca el intelecto. Ser una persona "de mundo" y con amplitud de miras, también es ser una persona con amplio conocimiento. Pero el conocimiento, per sé, no es talento. Todos conocemos personas muy ilustradas que nunca destacan especialmente en nada: llevan mucha sabiduría por dentro pero no se expresa exteriormente en acciones que merezcan la admiración de los demás, en acciones que podrían ser catalogadas de talentosas.
- La imaginación.- aparentemente en una cualidad innata, que se trae de "serie" o no. Pero en realidad es algo que podemos entrenar y potenciar, tal y como sucede cuando estimulamos a los niños en edad temprana. Si los sentamos delante de la "caja tonta" no desarrollan la imaginación del mismo modo que si los ponemos delante de un cuaderno de dibujo. Pero la imaginación, por sí misma, tampoco es talento. Esa imaginación necesita ir acompañada de una extensa biblioteca de experiencias y conocimientos que funcione a modo de "fuente" a la que acudir para contrastar impresiones o buscar referentes. Si sumamos creatividad con conocimiento, entonces sí haremos aflorar el talento.
Partiendo de estas dos premisas, ya tenemos las variables que necesitábamos detectar o sobre las que podemos influir para rodearnos de personas talentosas, algo sumamente importante en las organizaciones de hoy en día que deben competir en mercados tremendamente agresivos y en donde la mejor arma para hacerlo en la innovación: busquemos personas con amplios conocimientos y con creatividad. Ya sé que es más fácil de decir que de hacer, pero el paso previo para rastrear en la búsqueda de competencias idóneas para un óptimo desempeño es determinar cuáles son. Tengamos esto claro antes de nada.
¿Y qué pasa si ya tengo al personal seleccionado, es decir, si ya tengo una plantilla de trabajadores elegida conforme a otros criterios de búsqueda que no fueron un conocimiento idóneo y una cierta dosis de creatividad? Pues nos queda trabajar con ellos para dotarles de las carencias que puedan tener. Nadie duda que la formación debe convertirse en una acción constante, que debería nacer de la voluntad de la propia persona pero que además necesita el apoyo de la empresa vía incentivos, permisos para formación, becas internas... ¿Se planteó alguna vez fijar una pequeña parte de la remuneración de las personas en forma variable para aquellas que más se esfuercen en formarse y evolucionar profesionalmente? La empresa del futuro necesita personas muy dinámicas, capaces de integrar todas las nuevas tecnologías que vayan apareciendo y adaptarse a los constantes cambios del entorno. Solamente los más proactivos en su formación profesional serán capaces de enfrentarse a este reto, y ellos serán las personas valiosas para las organizaciones.
Por otro lado, fomentemos un clima de trabajo que favorezca la creatividad; evitemos normas estrictas internas que anulen la aportación de ideas y encorseten a los empleados en unos estándares de comportamiento. Potenciemos el trabajo en equipo que, aunque tiene ciertos inconvenientes, nadie duda que permite que las personas se enriquezcan con las aportaciones de los demás. Y finalmente, ¿sabía usted que existen talleres de creatividad que enseñan a liberarse de miedos (sobre todo el miedo a cometer errores o quedar en evidencia ante los colegas) y enseñan técnicas para "pensar" en positivo? Les sugiero echen un vistazo a este blog: "como ser más creativo"
En definitiva; si quieren buscar talento, busquen personas bien formadas y con imaginación. Y si quieren potenciarlo en sus organizaciones, trabajen en ambas líneas: apórtenle a los empleados nuevos conocimientos acordes con las necesidades del momento y reduzcan los miedos a expresarse y comunicarse libremente.
Un cordial saludo y buen fin de semana
Juan José
miembro del staff docente de www.creatumodelodenegocio.com
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