Que las personas sean talentosas solo es una cualidad que nada aporta a las empresas. El aporte empieza cuando permitimos que ese talento se exprese y se convierta en propuestas innovadoras que contribuyan a la diferenciación de la empresa y/o los productos. Y para que eso suceda, los responsables de gestionar personas deben "abrir" sus miras y ser flexibles con las normas que rigen en cualquier organización. De nada vale tener personas con gran capacidad para hacer cosas diferentes si la estructura organizacional no está dispuesta a que nadie se salga "un ratito a tomar el fresco".
La dirección autocrática y el castigo de los errores generan miedo en los individuos; y cuando las personas se ven atenazadas por el miedo dejan de proponer ideas nuevas y de probar cosas diferentes. ¿Se puede evolucionar así? Rotundamente no. Y lo triste sucede cuando esas personas cuyas capacidades estamos bloqueando son personas realmente valiosas por el talento que atesoran. Por extraño que parezca, esto que les cuento todavía es el día a día de muchas empresas en este país. ¡¡Así nos va!!
Un cordial saludo
Gran reflexión del estado actual de las empresas cuando se trata de reclutamiento de empleados. Buscamos incrementar nuestro capital humano pero finalmente lo queremos gestionar como meros recursos. Si no cambiamos esta controversia, ¿como vamos a cambiar las cosas haciendo siempre lo mismo?.
ResponderEliminarGracias por otro genial artículo.
Gracias por el comentario y la apreciación, con la que estoy totalmente de acuerdo. Una cosa es tener "buena materia prima", pero si la filtramos a través de "procesos productivos" obsoletos o desfasados, nada bueno puede salir. Ahora es el momento de revisar todos esos procesos internos y acomodarlos a los tiempos actuales, tarea que todavía muchos empresario no entendieron y, por extensión, tampoco asumieron.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y gracias por leerme
JJ