2 AÑOS, 9 MESES Y 26 DÍAS

Unos minutos antes de que dieran las campanadas de 1999 para 2000, mi abuela se levantó de la mesa, se metió en cama, apagó la luz y se tapó de pies a cabeza con el edredón. A sus noventa y tantos años todavía creía en los espíritus y ciertamente se pensaba que unos segundos después de las uvas se iba a acabar el mundo. ¡¡Pa’ cama y a rezar!!

A mi me quedan 2 años, 9 meses y 26 días para que también se me acabe el mundo. Acabo de poner un cronómetro con la cuenta atrás, no sea que se me pase el momento de meterme en cama y taparme con el edredón. Un segundo después habré cumplido los 45 años y estaré muerto, caducado. Seré un desperdicio, laboralmente hablando.

Esta introducción pretende representar la sensación que tienen en estos momentos aquellas personas con más de 45 años que están en el paro. La sociedad, las empresas, no tienen hueco para ellas. Cuando uno se presenta a una entrevista de trabajo sin experiencia, está fastidiado. Pero si la experiencia es de, pongamos, 25 años, está fastidiado también. Se ven anuncios de ofertas que ponen: ”imprescindible experiencia en el puesto (mínimo 5 años)” Deberían poner: “… y máximo 25”, no sea que el candidato tenga tanta experiencia que supere los 45 años y tengan que cogerla por no haber puesto un tope en el anuncio. Otras empresas cogen gente joven muy bien preparada (pongamos por caso, licenciados en química molecular) y las ponen en una cadena de producción a abrir los botecitos de champú aleatoriamente y verificar que tienen la mezcla exacta de componentes. Cuando llevan 15 millones dos cientos mil botes abiertos, se van de la empresa. ¿Hacía falta un químico molecular para esto? ¿Y el desarrollo de carrera?

Antes de seguir voy a aclarar que no me mueve el interés por posicionarme en favor de un grupo u otro. Es más: me parece una chorrada poner una raya entre unos y otros, raya que me imagino comenzaron a poner los políticos (¿quién sino?) cuando al legislar quisieron favorecer a unos grupos que ellos pensaban estaban teniendo problemas de integración. ¿Por qué no en 46? Les hubieran dado un año más de margen. Lo que pretendo a continuación es marcar de un modo objetivo los pros y los contras que veo en ambos colectivos.

Los mayores de 45 años.- son una opción interesante para empresas que requieran personas ya formadas, con experiencia en el puesto. Empresas que no puedan permitirse el lujo de formar y esperar resultados en una persona joven. En compañías con alta rotación de personal pueden ayudar a corregir el problema, dado que son personas generalmente más estables y con menos posibilidades de ser captados por la competencia. Se debería tener en cuenta también el sistema de valores en el que se criaron y con el que trabajaban: en general son personas educadas en una cultura que tenía el esfuerzo como un valor importante; generalmente se implican sólidamente en las compañías (y más a esas edades en las que saben la importancia de preservar el puesto de trabajo). El mayor problema que adolecen es la falta de actualización de conocimientos. Se comprende que este desfase “intelectual” puede ser una seria traba, aunque excluir por edad puede suponer dejar fuera de juego a personas que no tienen esta carencia y sí aportan las otras ventajas.

Las personas jóvenes.- Suelen estar bien formados en el uso de nuevas tecnologías, característica que puede tener bastante interés en según que puestos. También suelen ser personas más abiertas a la formación y a evolucionar, aspecto también a tener en cuenta dada la velocidad con la que cambian los tiempos. La escala de valores que usan es bastante diferente: le dan más importancia al tiempo libre y suelen tener ansias por prosperar profesionalmente. Si la empresa no cuenta con desarrollo para estas personas y acaba bloqueándolas en una posición, se corre el riesgo de salida de la compañía (algo que debe ser valorado en su justa medida). En su contra tienen la falta de experiencia –en algunos casos, aunque no en todos-. Suelen ser personas más inestables en el trabajo, con cambios relativamente frecuentes. Quizá tengan también en su contra que debido a la escala de valores en la que se criaron soporten peor la presión y el estrés, o tengan menos recursos para sobrellevar situaciones tensas debido a su menor experiencia. Debe tenerse esto en cuenta a la hora de cubrir determinadas posiciones.

Una última cuestión que quizá deba considerarse es la facilidad de integración del nuevo candidato en la plantilla. Y parece bastante sensato pensar que si el equipo de trabajo está formado por personas de “mediana edad”, un joven quizá se vea un tanto “desubicado” y fuera de sitio. Por lo contrario, si el departamento de la vacante lo gestionan personas jóvenes, meter a alguien que no encaja en la mentalidad de estas personas puede llegar a suponer problemas de integración con las negativas consecuencias para la compañía que todos sabemos.

En conclusión: lo que me parece bastante absurdo es esta ¿moda? de hacer una primera criba de candidatos en función de la edad. Esto lo escribo a pocas horas de que el Gobierno apruebe una reforma laboral en la que me temo va a tomar partido por algún colectivo en concreto, incentivando su contratación. Aparte de una tremenda injusticia (cada uno debe competir en igualdad de condiciones) creo que será un grave error. Orientar a las empresas en un sentido muy concreto puede suponer tomar partido en una decisión que solamente compete al ámbito empresarial. Lo sensato es que la propia organización revise concienzudamente el perfil del puesto a cubrir y determine con la mayor exactitud posible cómo debería ser el perfil del profesional seleccionado. Cada colectivo tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Para algunos puestos, la persona con más probabilidades de ofrecer resultados óptimos puede ser una de bastante experiencia y con poco riesgo de abandono. Para otros, a lo mejor se requiere un perfil más “inquieto”, sabia nueva, conocimientos actualizados. La edad como elemento de selección es un argumento poco sólido que merece ser reconsiderado. Lo digo yo, que me aproximo a los 45. Dos años, nueve meses… (y bajando).

Firma blog

 

 

P.D.: soy consciente que toda generalización acarrea injusticia. Quizá haya personas que no encajen en estos estereotipos y se sientan molestas por mis comentarios. Les pido que comprendan que no hay otra manera de expresar cierta cosas que no sea generalizando y les pido, como no, disculpas de antemano si se sienten ofendidas.

3 comentarios:

  1. Hola,

    Estoy totalmente de acuerdo contigo, a mi me faltan más años para llegar a los 45 y de momento nunca he estado en paro más de 2 meses, siempre he encontrado trabajo fácilmente, pero he de reconocer que antes era más joven y no tan exigente.

    Supongo que por eso las empresas quieren jóvenes que piden menos en todos los sentidos y también se conforman con menos, ahora también tienen todos los inconvenientes que has mencionado. Además con la generación nini ….

    Yo estoy convencida de que a los jóvenes hay que motivarlos y ayudarlos a encontrar su camino y a los que no son tan jóvenes, bueno… valorarlos al estilo japonés y sobretodo ayudarlos a afrontar la resistencia al cambio y dar lo mejor de sí mismos, y en estos ámbitos intento poner cada día mi granito de arena. Desde aquí un olé y olé a los años.

    Marga Moya.

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  2. Me parece un comentario, más bien diría, un articulo, digno de ser publicado en las páginas principales de la prensa diaria.
    Siguiendo con el tema, a mi se me ha pasado el cronometro del tiempo, yo debía de estar en el fin del mundo, sin embargo no paro de buscar ofertas de trabajo en las que pueda encajar mi experiencia profesional de más de treinta años. Tengo que decir que por la edad, a veces no pasas ni la primera criba. Si se parasen, algunos de los seleccionadores de RRHH, en ver que es lo que han solicitado en su oferta, y comprobar lo que aportas a dicha oferta, más personas de mi edad estaríamos de nuevo en el mundo laboral, de esa forma, terminaríamos dignamente nuestra época de trabajo. Por descontado que soy de los que piensan que los más jóvenes deben tener su trabajo, para poder adquirir la experiencia que han solicitado.

    Mi enhorabuena por el articulo, lo debía de leer el Presidente del Gobierno y el propio Gobierno, y también la oposición, para tratar de dar soluciones y no dolores de cabeza.
    Alberto Gómez

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  3. Gracias por tu participación y por tus palabras, Alberto. Y mucha suerte en tu tarea.

    Joanillo

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