Directores de personas

No hace mucho tiempo agregué a mi agenda de linkedin a una persona cuya ocupación rezaba “director de personas”, en contraposición a lo que habitualmente se suele decir: “director de recursos humanos”. Me resultó tan sorprendente y anodino ese modo de llamarse que inmediatamente le cursé una invitación para integrarla en mi grupo de contactos. Hoy quiero hablar de la importancia de las palabras, y de cómo según la que utilicemos en cada caso, podemos transmitir un mensaje u otro.

A lo largo de toda mi trayectoria profesional estuve dirigido siempre por “directores de recursos humanos” que cuando tenían la oportunidad de dirigirse a los empleados remarcaban lo mucho que se preocupaban por “las personas” y el interés que tenían en transmitir una sensación de cercanía y “humanidad”.

“Las personas son lo más importante de esta compañía” o “las personas no son un número para nosotros” son frases muy frecuentes que pronuncian los “directores de recursos humanos”. Y yo ahora digo: “¡¡algo no cuadra!!”

Cuando hice el curso sobre PNL en IdentiaCF aprendí que la desconfianza nace –muchas veces- porque escuchamos ciertas cosas a través de los sentidos (el oído en este caso) pero nuestra mente interpreta incongruencias con ese mensaje a través del lenguaje no verbal. Si lo que se dice es incoherente con lo que se percibe, salta una “alarma interna” que nos invita a tomar una actitud defensiva y a desconfiar de quien tenemos enfrente. Esto mismo es lo que yo creo que sucede con esos dos mensajes contradictorios: “soy director de recursos humanos pero creo firmemente en las personas”. ¡¡Pues coño!!, haz como el directivo arriba mencionado: pon en tus tarjetas “director de personas”. ¿Hay mejor manera de demostrar que realmente sientes con el corazón lo que expresas?

Si realmente se quiere llegar a las personas con mensajes creíbles hay que cuidar el lenguaje, por ser éste el canal de transmisión de los sentimientos. Soy consciente que esta crítica será injusta en bastantes casos, porque muchas veces los directivos exhiben los títulos que “les ponen” sin cuestionárselos, y cuando a uno lo contratan como “director de recursos humanos” eso es lo que debe figurar en las tarjetas de visita. Pero no estaría de más que las personas pensaran un poco en lugar de actuar como autómatas, que para eso nos dieron esa capacidad que no tienen las máquinas. La persona arriba mencionada sí lo hizo y descubrió que se estaba lanzando un mensaje contradictorio a los empleados. Probablemente muchos de los conflictos internos y la desconexión “emocional” que existe entre los trabajadores y sus directivos se deba a cuestiones aparentemente tan nimias como esta, pero que suponen “barreras” psicológicas que impiden el verdadero entendimiento y el alineamiento de principios. Lo diré una vez más: una empresa que tiene a gala incluir entre sus valores corporativos a “las personas”, no puede tener un departamento de “recursos humanos”. ¡¡No puede!!

Fíjense; si un directivo es capaz a mostrarse a los demás como “director de personas” en lugar del manido y presuntuoso “director de RR.HH.”, yo sí me creo que detrás de ese perfil hay un individuo mucho más sensible y cercano para con los empleados. Sentiría mucha más predisposición a creerme sus intenciones de querer tratar a los “recursos humanos” como personas de carne y hueso, personas con sentimientos que merecen ser tratadas como tales y no como un “recurso” más al servicio de la compañía.

Ahí les dejo este nuevo post para la reflexión. Espero con interés sus opiniones.

Atentamente
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3 comentarios:

  1. "Aunque la mona se vista de ceda mona se queda"
    ¿Cual es el resultado final de un director de recursos humanos?
    Contratar o despedir personas..... por lo que..... lo mismo me da que se llame de una forma u otra.

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  2. Buff; me parece una simplificación un tanto exagerada de las cosas. Aunque dentro de las tareas están el contratar y despedir gente, la labor de los directores de recursos humanos (o de personas) ya bastante más allá y su labor tiene mucho sentido para la empresas. Hay otras muchas tareas realmente importantes que ejecuta un director de RR.HH., como por ejemplo motivar a la gente. Una cuestión bien diferente sería evaluar el grado de acierto que se consigue en todas esas labores, pero eso requiere análisis más concretos de cada caso que no es posible hacer desde estos foros.

    En líneas generales, no comparto el comentario que aportas, aunque en un foro abierto como este no es razón para no publicarlo. Yo, desde mi conocimiento, defiendo esta figura directiva dentro del seno de las organizaciones y creo que son imprescindibles de cara al futuro, en donde las ventajas competitivas de las organizaciones vendrán de la mano del talento de sus empleados. Si realmente existen empresas en donde la labor de un director de recursos humanos se ciñe exclusivamente a eso que describes, les auguro un mal futuro. Pero sinceramente, no creo que haya muchas. Creo que visión del puesto es bastante simple e intuyo que está condicionada por prejuicios de acciones pasadas. Simplemente te animo a que revises bajo qué experiencias nace esa percepción y que te plantees ver si se ajusta a lo que sucede por ahí adelante o es un caso particular de tu pasado.

    Atentamente

    Juan José Romero

    14 de octubre de 2011 16:44
    Buff; me parece una simplificación un tanto exagerada de las cosas. Aunque dentro de las tareas están el contratar y despedir gente, la labor de los directores de recursos humanos (o de personas) ya bastante más allá y su labor tiene mucho sentido para la empresas. Hay otras muchas tareas realmente importantes que ejecuta un director de RR.HH., como por ejemplo motivar a la gente. Una cuestión bien diferente sería evaluar el grado de acierto que se consigue en todas esas labores, pero eso requiere análisis más concretos de cada caso que no es posible hacer desde estos foros.

    En líneas generales, no comparto el comentario que aportas, aunque en un foro abierto como este no es razón para no publicarlo. Yo, desde mi conocimiento, defiendo esta figura directiva dentro del seno de las organizaciones y creo que son imprescindibles de cara al futuro, en donde las ventajas competitivas de las organizaciones vendrán de la mano del talento de sus empleados. Si realmente existen empresas en donde la labor de un director de recursos humanos se ciñe exclusivamente a eso que describes, les auguro un mal futuro. Pero sinceramente, no creo que haya muchas. Creo que visión del puesto es bastante simple e intuyo que está condicionada por prejuicios de acciones pasadas. Simplemente te animo a que revises bajo qué experiencias nace esa percepción y que te plantees ver si se ajusta a lo que sucede por ahí adelante o es un caso particular de tu pasado.

    Atentamente

    Juan José Romero

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  3. No he conocido ni creo que llegue a conocer nunca jamás a un Director de RRHH que motive a nadie que no sea él mismo. Para mi el nombre mas acertado es el de Departamento de selección, lo demás es puro marketing.

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