EL VALOR NUMBER ONE

Vamos a hacer un juego un tanto absurdo. Imaginemos que tenemos una serie de candidatos para cubrir una plaza vacante. Todos son similares en cuanto a formación, habilidades, competencias…, pero nosotros vamos a elegir al aspirante basándonos únicamente en sus valores personales; es decir, nuestro proceso de selección consistirá en descubrir cuáles son los principios por los que se mueven y elegir aquél que tenga como valor prioritario el que estamos buscando.

Y aquí viene la duda: ¿cuál sería el valor más importante que tendríamos que encontrar y que sería el que determinaría quién entra en la empresa y quién no? Les dejo unos segundos para pensar. (tic, tac, tic tac…)

Bien. La cuestión es bastante absurda porque nunca existe un valor único, pero si así fuera, voy a decir cuál sería para mí el más importante en un empleado. ¡¡La responsabilidad!!

En las empresas gastamos demasiado tiempo y dinero controlando qué hacen los empleados, a qué hora llegan, a qué hora salen, recordándoles sus tareas, revisando si cumplen los plazos estipulados… Todo esta carga “burocrática” se reduciría considerablemente si los trabajadores fueran personas “responsables” en el sentido más exacto e íntegro de la palabra. Ante trabajadores responsables la función de control se diluye muchísimo. No diré que no sea preciso controlar las tareas; cualquier registro de datos tiene suma importancia para establecer relaciones causa-efecto y ayuda considerablemente en la planificación empresarial. Pero una cosa es el control que se deba llevar de cara a realizar una buena gestión y otra muy diferente el control estricto sobre los empleados con el único fin de verificar que cumplen con sus tareas. ¡¡Esta segunda alternativa es una gran pérdida de tiempo!!, que se puede evitar en gran parte si nos dedicamos a buscar empleados que atesoren el valor de la responsabilidad, personas a quienes les hayan inculcado tal valor desde pequeños y que todos sus actos se guíen por este patrón de conducta.

Es evidente que cualquier persona acumula otros valores sumamente importantes: honradez, esfuerzo, integridad, creatividad…, pero desde mi punto de vista no tienen demasiado sentido si se carece de responsabilidad. A una persona responsable no hay que estar repitiéndole las cosas, no hay que estar recordándole lo que tiene que hacer y lo que no, se le puede dar un margen de confianza más alto. Todo ello va en descarga del inmediato superior, que podrá dedicar ese precioso tiempo que antes usaba para control a otras tareas más productivas para el equipo.

¿Se imaginan una organización formada por personas “responsables”? Todo un lujo, ¿verdad? Pues entonces, ¿por qué en los procesos de selección no se indaga sobre el pasado de los candidatos buscando –sobre todo- averiguar cual es el grado de responsabilidad con el que ejecutan las tareas? Aunque las personas seamos cambiantes, estos valores –si están bien enraizados- suelen perdurar en quien los posee.

Démosle la vuelta a la tortilla y comprenderemos mejor la importancia de lo que estoy diciendo. ¡¡Meta usted a una persona irresponsable en su empresa y espere a ver el fruto que da!! Y ya sé la respuesta: “es que nadie mete a personas irresponsables” ¿Está seguro? A lo mejor me estoy equivocando, pero cuando vemos currículums de aspirantes que pasaron por 6 compañías diferentes en los últimos 8 años, ¿qué pudo estar pasando ahí? Lo “curiosos” es que  esa gente encuentra una séptima compañía que les contrata sin pararse a mirar en profundidad a qué se debe tanto baile en tan poco tiempo. ¿Creen que estas personas se integrarán por fin en alguna empresa y aguantarán mucho tiempo en su desempeño, o pensarán –por lo contrario- que al rato volverán a estar pensando en marcharse? Yo a eso le llamo ser un irresponsable, ¿y usted?

Qué tengan una buena jornada de trabajo

fIRMA SOCIAL BUSINESS

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4 comentarios:

  1. Muy de acuerdo en el tema de la responsabilidad. Es imprescindible para delegar. ¿Cómo vas a delegar en alguien que no es responsable?

    Sin embargo, candidatos que pasaron por 6 compañías diferentes en los últimos 8 años hay muchos. Y no sólo por un tema de responsabilidad. Sino por la temporalidad. En años de crisis pero también de bonanza. Una frase muy habitual que yo escuché era: "Importante empresa del sector financiero. Líder en su sector. Contrato de 6 meses (con suerte a veces un año). Sin posibilidades de quedarse en la empresa porque no contratan personal indefinido".

    Es más, Juan José. Por mi experiencia he podido comprobar que los más irresponsables aguantan -no sé como ni por qué- durante años en el mismo puesto y suelen pasar a formar parte del grupo al que hacías referencia en tu post de hace unos días: a los que no les importa nada la empresa.

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  2. Hola de nuevo, Cristina.

    estaba intentando buscar un ejemplo que ilustrara el riesgo que cometen a veces las empresas por no ahondar suficientemente en la historia de los candidatos y me pareció ilustrativo hablar de las personas que rotan mucho en las empresas; por eso puse lo de los 6 puestos en 8 años. Ahora bien, como todo ejemplo "generalista" y, quizá, demasiado "ligero" puede ser que no se ajuste perfectamente a todos los casos. Es verdad que en algunas personas estará justificada la rotación, pero en otras muchas no deja de ser un síntoma de que "algo no funciona bien".

    Las personas responsables no están exentas de tener problemas de ajuste en una compañía y tener que rotar, pero creo que -en general- si esa rotación es muy exagerada puede ser una muestra de "irresponsabilidad". Eso es lo que quería transmitir al fin y al cabo.

    Lo más chocante es lo que mencionas en tu último párrafo: personas irresponsables que aguantan en los puestos. Es cierto y demuestra que muchas veces la estabilidad en el empleo depende más de la relación personal que tengas con quien decide sobre tí que de otras cuestiones más objetivas y sensatas. ¡¡Así de extrañas son las empresas!!, y así les va a muchas de ellas. Te doy toda la razón en este punto.

    Un fuerte abrazo y gracias por leerme con tanta regularidad. ¡¡Me obligas a ser responsable en mi tarea de escribir!!

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  3. Muy interesante el tema.
    Yo creo que si hubiera un método para detectar a candidatos responsables la mayoría de empresas valorarían esta cualidad.
    Igualmente pienso que si muchas empresas ofrecieran o pudieran ofrecer a su personal las herramientas y emolumentos para llevar a cabo su trabajo de una manera óptima podrían encontrar a personas mucho más responsables.

    Es decir, creo que también es importante en este debate ver de qué modo las empresas pueden potenciar la responsabilidad de su personal.

    Un abrazo

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  4. Estoy de acuerdo, Xisco. Desde mi punto de vista, la responsabilidad se inculca cuando uno es pequeño en base a mínimos detalles: obligar a los niños a recoger los juguetes, a hacer la cama, a ayudar en la mesa...

    Para detectar esta cualidad en las entrevistas de trabajo habría que indagar en el pasado laboral del aspirante, buscando ejemplos de desempeño que den indicios de responsabilidad. No se hace, entre otras cosas, porque las empresas no se plantean buscar esta cualidad. Por desgracia muchos entrevistadores lo único que valoran es el grado de afinidad y empatía con el candidato. La indagación de valores, competencias y habilidades se la pasan un poco por el sobaco. Así les va después.

    Finalmente, el debate que planteas en el último párrafo suena muy interesante. Te animo a que lo traslades a linkedin.

    Un abrazo

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