el riesgo de trabajar por cuenta ajena

Qué es más arriesgado: ¿emprender o trabajar por cuenta ajena? Hace años la respuesta estaba clara pero de un tiempo a esta parte las cosas han cambiado mucho y hoy, a poco que reflexionemos, veremos que no es "oro todo lo que reluce".  Nos educaron con unos preceptos que dicen que...
  1. Los emprendedores son los que arriesgan su capital, su tiempo, y hasta su vida personal
  2. Las personas que trabajan para ellos no arriesgan nada. Solo cambian su dedicación por dinero, pero no asumen riesgos.
Ahora pongamos estas premisas en los tiempos actuales y reflexionemos sobre...
  • Las personas que trabajan para terceros están supeditando sus ingresos a la voluntad de terceras personas. Mientras ellas quieran mantenernos en plantilla, tendremos dinero a fin de mes, pero...¿qué pasará el día que quieran prescindir de nosotros? ¿Y si esa decisión nos pilla con cuarenta o cincuenta años? Cualquiera de nosotros tenemos miles de ejemplos de personas de nuestro entorno que tienen su futuro de color negro alquitrán porque un buen día apostaron por trabajar para otros y esos "otros" decidieron prescindir de ellos. Confiar en tener un puesto para toda la vida, además, supuso que abandonaron su desarrollo profesional (¿para qué?) y ahora que pintan bastos se dan cuenta que están obsoletos, "fuera de mercado".
  • Las personas que trabajan para terceros ponen su desarrollo profesional en manos de terceras personas. ¿Qué pasa sin nos "bloquean" en una posición que no nos satisface o no nos aporta ninguna satisfacción? ¿Nos conformamos? Dentro de las empresas hay miles de ejemplos de personas "quemadas" por no tener ninguna posibilidad de promoción interna y, para colmo, no pueden asumir el riesgo de dejarlo todo y probar suerte por fuera. ¿Tiene sentido una vida condenada a una rutina día tras día, mes tras mes, año tras año, hasta llegar a la jubilación.
  • En definitiva, las personas que trabajan para terceros ceden las decisiones más trascendentes de su vida (ingresos, desarrollo profesional) a terceras personas, apuesta que pueda salir bien o mal. ¿No es eso "arriesgarse"?
Viendo las cosas así nos daremos cuenta que las personas que trabajan para terceros están poniendo sus vidas a merced de decisiones ajenas, tanto en lo concerniente a ingresos como a satisfacción y desarrollo personal. Frente a ello, el emprendimiento se plantea como una opción de vida que, a cambio de asumir un riesgo, puede suponer alcanzar la ansiada libertad financiera de la que nos habla Robert Kiyosaki y dar la posibilidad de que uno tome control de su propia vida. Dicho de otro modo, cuando uno trabaja para sí mismo puede marcarse los límites que le venga en gana en cuanto a tiempo de dedicación, ingresos, tareas, etc. Sólo hay que aprender a gestionar adecuadamente un negocio, algo que no es imposible de lograr.

Les deseo un buen día !!!  :-)

No hay comentarios:

Publicar un comentario