Cuanta más competencia, mejor


Paseando esta tarde por mi ciudad descubrí un nuevo comercio (una tienda de ropa, para más precisión) en una calle poco transitada y con pocos negocios. No quiero ser aguafiestas, pero le auguro una corta vida a este establecimiento. Si tuviera oportunidad de hablar con su propietario y preguntarle cuál es la razón por la que decidió abrir su comercio en esta calle, probablemente me dijera que vio una oportunidad debido a la ausencia de competencia, es decir, al estar él solo cree que va a captar todo el público de la zona. Se trata de una confusión  relativamente frecuente: no es lo mismo tener un "negocio único", que tener el "único negocio".

Hay una cosa que es cierta: al ser la única tienda de ropa de la zona y por tratarse de un comercio llamado "de proximidad", es muy probable que capte mucha clientela de -supongamos - 400 metros a la redonda. Ahí están sus potenciales clientes pero, también, el techo de su negocio. O tiene una oferta excepcionalmente buena que fuerce a la gente a desplazarse expresamente, o será muy difícil que venga gente de barrios un poco alejados de la ubicación del comercio.

El planteamiento acertado hubiera sido haber estudiado los hábitos de consumo de la gente y haber descubierto que la gente de desplaza a lugares en donde hay multitud de comercios similares, para recorrerlos, comparar la oferta y comprar en el que mejor responda a sus gustos y limitaciones económicas. Veamos algunos ejemplos de comercios en donde lo más sensato es ubicarse en donde haya más competencia:


  • Tienda de ropa, zapatos, complementos...; un ejemplo típico son los centros comerciales. Cuando la gente quiere comprar algunos de estos artículos se desplazan a donde más cantidad hay y pasan horas de comercio en comercio, viendo todos y comprando. Ubicarse en lugares de mucha afluencia es la primera clave; la siguiente es buscar elementos diferenciadores para captar parte de la demanda, cosa que ya depende de las habilidades de cada uno.
  • Bares de tapas.- lo lógico es poner el negocio en una "calle de vinos" o en otro lugar en el que haya bastantes establecimientos similares. Cuando la gente sale de ocio suele ir a lugares en los que hay muchos bares, para ir alternando de uno en otro. Este mismo planteamiento es válido para los bares de copas.

Finalizaré con un ejemplo que tengo en una zona próxima a mi ciudad y que también funciona bien: existe por aquí una carretera que concentra unas 20 mueblerías en un tramo de 25 kilómetros. Los fines de semana se llenan de gente que se desplaza desde lejos para recorrer unas cuantas y comparar la oferta. Y lo hacen porque, precisamente, hay muchos establecimientos juntos, con lo que aprovechan el viaje para ver gran variedad de establecimientos. Si en esa carretera sólo hubiera una o dos mueblerías, seguramente el tráfico de público hubiera sido mínimo. La competencia es lo que atrae a la gente.

En definitiva, si tiene pensado poner un comercio "de proximidad" le sugiero que haga un estudio de mercado para elegir la ubicación y no caiga en el error de pensar que el éxito se consigue cuando se localiza un barrio en el que no hay competencia. Para ciertos sectores, cuanta más competencia, mejor.

Un cordial saludo




2 comentarios:

  1. Estoy totalmente de acuerdo, con la definición del concepto, y precisamente este tipo de emprendedores, son los que rompen la media de nuevos negocios con una corta vida en su haber.

    Santiago Gracián.

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  2. Sí, es verdad. Lo malo de todo es que estos emprendedores que fracasan de modo tan ¿estrepitoso? cogen mucho miedo y se le quitan las ganas de volver a intentarlo, con lo cual agrandan el problema del país: más clases pasivas y menos activas.

    Gracias por tu aportación, Santiago. Un abrazo

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