Si quiere innovación, pulse uno.

Las empresas están en muerte cerebral. No venden sus productos, no les cuadran los números, no encuentran el camino… ¡¡están completamente paralizadas!! Su corazón (el emprendedor) apenas late. El miedo le tiene atenazado y ansía con desesperación que alguien le inyecte la dosis de adrenalina que necesita para revivir. Y ya sabemos quién es ese “alguien” en el que están pensando: los Gobiernos, los bancos, ¡¡quien sea!!. Cualquier ente de fuera de la empresa, que ellos ya no tienen capacidad ni creen en sí. Olvidan que la salud pasa por uno mismo y que los médicos solo pueden poner remedios paliativos.

Y en este estado de agonía, lo único que atinan a balbucear los emprendedores es la palabra mágica: INNOVACIÓN. La innovación parece que podría ser esa dosis de adrenalina que están esperando, ese revulsivo que haga saltar nuevamente la pasión de los clientes y que provoque en ellos una avalancha similar a la que se produce cuando se inician las rebajas en los grandes almacenes. ¡¡Deme 1000!! Se busca la innovación con desesperación y no hay futuro si no aparece ese producto brillante, único, genial, que nadie tiene. La diferenciación necesaria pasa por encontrar el cofre del tesoro y en su búsqueda están miles de directivos. Aparentemente. Por que ahora van a ver la tremenda paradoja que se produce.

Ayer se celebró una jornada en Vigo titulada “Open Innovation y nuevos modelos de negocio TIC”. Estaba respaldada por un organismo dedicado a fomentar la innovación (http://www.ineo.org/) y la Confederación de Empresarios de Vigo, y se realizó en el Círculo Financiero de la ciudad. En la mesa “presidencial” había organismos públicos dedicados a fomentar el emprendimiento (BIC Galicia) y a acompañar a las empresas en sus primeros pasos (http://www.igape.com/), y contó con la ponencia estelar de Santiago Pérez-Castillo, una persona a la que hay que escuchar al menos una vez en la vida porque sabe mucho de gestión empresarial, y además sabe contarlo magistralmente bien. Para quien no lo sepa, Vigo es una ciudad muy industrial que cuenta con dos grandes sectores: automoción (representada por Citroën) y el sector naval, con cientos de pequeñas PyMES auxiliares a esas matrices. Pues bien, a la jornada asistimos apenas una docena de personas, y creo que hasta me quedo largo con esta cifra. Era desolador ver el auditorio del Círculo Financiero totalmente vacío, en donde casi había tanta gente en la mesa de ponentes como en toda la sala. ¡¡Desmotivador!!

Mi mensaje de hoy es un mensaje de cabreo y desesperanza. Quien me conoce me tiene por una persona muy optimista y así fui toda mi vida. Pero hay circunstancias en las que hasta los más idealistas perdemos toda la ilusión. Para mí es inconcebible que haya personas que digan estar en la búsqueda activa de innovaciones para su empresa y que no acudan a foros en los que se habla de este asunto. ¿Estamos ante una farsa? O quizá sea que nuestro “sedentarismo patológico” nos lleva a tal punto que ya no nos conformamos con que nos den pistas para innovar: ¡¡necesitamos que nos las traigan a la empresa!! Quizá la verdadera innovación pase por montar una compañía tipo “tele-innovación”:
  • “Buenos días; está usted al habla con “tele-innovación”; en unos segundos le atenderá uno de nuestros operadores. Si quiere innovación en productos, pulse uno. Si quiere innovación en procesos, pulse dos. Si quiere innovación en gestión, pulse tres. Si quiere que le hagamos un proyecto a su medida, permanezca a la escucha”
  • “Uno”
  • “Si lo que busca es un producto nuevo, pulse uno; si quiere un servicio, pulse dos”
  • (etc, etc, etc.)
Y la cosa podría finalizar del siguiente modo:
  • “Muchas gracias por su llamada”. Su innovación estará lista en 24-48 horas y se la haremos llegar a su oficina en el plazo de una semana. Para evitarle molestias, nosotros corremos con todos los gastos de transporte y si lo desea, hasta se la implementamos en la empresa. Con tele-innovación, usted no tiene que mover ni un dedo”.
Bufff; ¡es de coña! (siento “el palabro”, pero no me sale decirlo de otra manera). El nivel de asistencia de los emprendedores a las jornadas divulgativas es penoso. Supongo que su precioso tiempo lo deben dedicar a apuntalar la casa que se les tambalea (con grapas, que el dinero ya no da para clavos), pero creo que la situación merecería unos segundos de reflexión: ¿estamos mirando hacia el pasado o hacia el futuro? ¿estamos lamentándonos por lo que fue o estamos buscando –¡¡en serio!!- propuestas para lo que será? ¿estamos dedicando nuestro tiempo y nuestro esfuerzo al porvenir de la empresa o lo estamos malgastando tapando vías de agua? De verdad, creo que hay que hacerse esas tres preguntas y dar una respuesta ¡¡¡YA!!

A pesar de mi descorazonador comentario, les deseo una buena jornada de trabajo y mucho ánimo en sus tareas diarias.
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3 comentarios:

  1. Mira, con todos mis respetos, te entiendo perfectamente pero no comparto para nada tu análisis. Algunos llevamos años acudiendo a foros de innovación, a la vez que no hemos parado de meter el dinero (muchas veces de nuestros familiares), la salud y todo el esfuerzo en proyectos y nuevas empresas (en mi caso concreto 6 Sociedades mercantiles desde el año 2002 hasta hoy, en la que en ninguna he tenido menos del 40% de participación), tratando de innovar, tratando de sacar al mercado nuevos servicios o productos. Lo que ocurre, en mi opinión de "matao", es que esos foros se han ido convirtiendo poco a poco en un sistema retroalimentado, se montan cada vez más para los que deponen que para los que deben asistir, por lo que cada vez se han ido reduciendo la asistencia de verdaderos emprendores y ha ido aumentando la de Teoricos del Emprendimiento (consultores, membros de rede xiga y fauna de ese tipo...). Y ya sabes lo que dice el refranero español: "una cosa es predicar y otra dar trigo".
    Porque, seamos sinceros, a un emprendedor pedestre como puedo ser yo, ¿Se le hace atractiva la ayuda que le pueda dar el IGAPE? Sinceramente no, sólo hay que ver cómo, a quién y por qué cuantías se han dado las de los últimos años para desanimar por completo de incoar tan siquiera el expediente. En un país como EEUU, que conozco bastante bien, no existen las subvenciones ni ayudas públicas, existe la facilidad, la libertad para emprender, para invertir, para contratar (y "descontratar"), existe, en definitiva, un medio ágil que anima a lanzarte al vacio con tus ideas de negocio. En nuestro país, desde el minuto en el que tu idea sale de tu cerebro a tus labios y es transmitida a cualquiera (familia, amigos, inversores...) todas las sinergias son negativas, y ni siquiera el sector público hace nada para compensarlas mediante facilidades reales para que esas ideas se conviertan en riqueza para el país. No pedimos ayudas, tan sólo que nos quiten las barreras, para poder andar y correr, sin estar pensando en como tenemos que saltar muros.
    Un saludo, y enhorabuena por el blog.

    XMR

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  2. Animo, mañana será otro día...y tu positividad regresará.

    Yo no se tú, pero siempre que quiero y tengo tiempo para participar en jornadas, seminarios, etc. nunca hay nada...

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  3. Estoy de acuerdo con el anónimo ya que en´la última jornada en la que participe (Inteligencia competitiva) estaba asistida por 5/6 de consultores dispuestos a captar clientes. Es normal!!!!
    Ahora bien, creo que estas jornadas son unidireccionales, esto es, que unos cuantos dan un discurso a otros tantos. Me gustaría ver que mesas redondas donde los directivos o gerentes expongan sus preocupaciones y que entre todos se den ideas para solucionarlos. Me gustaría ver jornadas o foros 2.0 donde todos tengan la palabra para opinar y aportar ideas o posibles soluciones para los problemas en los que se enfrentan los asistentes. Creo que esta nueva perspectiva tendría un mayor impacto positivo en la economía. Seguro que asistirían mas personas.
    Un saludo

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