CONSEJO DE AMIGO

En nuestro caminar por la vida de vez en cuando nos cruzamos con gente interesante que nos aporta consejos muy válidos y nos hace evolucionar en nuestro pensamiento. Es lo que me ocurrió en el día de hoy, y el consejo que recibí –por valioso- lo quiero compartir con vosotros, primero, y reflexionar sobre él, después.

Hoy me dijeron:

No escuches a los demás cuando les pides consejo respecto de una decisión valiente que quieres tomar. La mediocridad de la mayoría hará siempre que te aconsejen no hacerlo.

Este consejo es aplicable tanto al ámbito personal como al profesional, y nos lleva a preguntarnos… ¿en quién buscamos asesoramiento? La respuesta suele ser muy común: en nuestro entorno más cercano, en aquellas personas de confianza que todos tenemos a nuestro lado. Casi nunca nos cuestionamos si son o no las personas más adecuadas a quienes consultar: lo hacemos y punto.

Me acordé de los emprendedores. ¿Cuántos proyectos “valientes” se quedan en el camino, simplemente por habérselo contando a las personas equivocadas? Yo mismo, una vez recibido este consejo, me di cuenta de que no valoré a ciertas personas por su capacidad, su conocimiento, su validez para dar respuestas sensatas. En bastantes ocasiones me dejé llevar por consejos de amigos y familiares que no tenían la preparación suficiente para asesorarme. Me daban “consejos de amigo” a consultas de índole profesional. Algo no encaja.

Una vez tomado conciencia del error, lo que quiero es compartir con vosotros esta enseñanza. La moraleja a sacar sería algo así: cuanto tengamos que hacer una consulta, busquemos a la persona adecuada para ello. No siempre la amistad y la cercanía emocional son el mejor “buzón de sugerencias” a nuestro alcance. Cuando recibamos una respuesta, preguntémonos siempre si nos la dicen desde el corazón o desde la razón. No mezclemos términos: en el mundo de los negocios los consejos deben venir desde la razón. Si quien nos asesora no tiene la capacidad de raciocinio necesaria, ¡¡seamos valientes y desechemos su consejo!!. Por muy amigo que sea.

Un fuerte abrazo y feliz lunes

Firma blog

 

 

P.D.: “a tu salud, Ronald”. Gracias

8 comentarios:

  1. Hola Joanillo,

    Estoy 'casi' de acuerdo. Yo me he quedado con 'la mediocridad de la mayoría', pero si es un amigo, es tú amigo y no debería ser mediocre. Los consejos, son como las narices, todo el mundo tiene... si te interesa o no, es algo que tú decides, porque si te equivocas, te equivocas tú.

    ¿Ahora quién puede asesorarte profesionalmente?, también hay consejos de grandes profesionales que no valen en tu caso, en tu experiencia. Sinceramente y desde el cariño... no creo que el 'tag' sea amistad, sino experiencia.

    Un abrazo,
    Marga Moya.

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  2. Sí, es verdad Marga. Matices al margen, entiendo que estamos de acuerdo en el sentido general del mensaje que quería transmitir.

    Cuando dices"...es algo que tú decides, porque si te equivocas, te equivocas tú", creo que ahí reside el quiz de la cuestión y la dificultad. Ante decisiones arriesgadas, tenemos la costumbre de buscar asesoramiento. El dilema está en saber a quién se lo pedimos. Tal y como dice el consejo, si lo hacemos a gente mediocre, la respuesta será echarnos para atrás la idea. Debemos acudir a otras personas con experiencia, como tú bien dices. Y aún así, nunca tendremos la seguridad de salir bien asesorados.

    Por todo ello y dada la complejidad del tema, muchas veces no queda más remedio que apostar por aquello en lo que creemos, por lo que estamos convencidos... ¡y tirar "p'alante"! Puede salir bien o mal, pero seguro que aprenderemos mucho.

    Lo triste es aparcar proyectos ilusionantes por culpa de los consejos de alguien que no tiene la experiencia o la cualificación suficiente para opinar. Ahí estaremos perdiendo una oportunidad de emprender y nunca aprenderemos nada: ni de los errores ni de los aciertos.

    Gracias por tu apreciación, Marga.

    Joanillo

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  3. Creo que deberías de meditar lo que has escrito, mas de una persona se puede sentir ofendida, tú has dicho:
    No escuches a los demás cuando les pides consejo respecto de una decisión valiente que quieres tomar. La mediocridad de la mayoría hará siempre que te aconsejen no hacerlo.

    Si dices esto, no entiendo para que pides consejo, si después no les vas a escuchar y mas si les consideras mediocres.

    Por último me gustaría aceptes un consejo, ten cuidado cuando te alejes de las personas mediocres y mas si son tus amigos o familiares, te puedes encontrar " solo ".

    Dejémonos de tonterías y aplica el sentido común, con estas dos cosas, casi nunca te equivocarás.

    Saludos

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  4. Si; la verdad es que es un consejo atrevido en el sentido de que una interpretación posible es la que tú haces: supone ponerse por encima del entorno y juzgar a los demás como mediocres.

    No obstante y a pesar de ese matiz, yo creo que encierra mucha validez si pensamos, no tanto en la "calidad" de las personas del entorno como en su conocimiento "técnico" para dar consejos. Yo traté de reconducir el debate hacia la idoneidad o no de los asesores, idoneidad basada en sus conocimientos de la materia. En este sentido, proponía que cada uno valore a quien le pregunta y que no mezcle amistad con negocios.

    Los amigos no tienen por qué ser mediocres (estoy totalmente de acuerdo contigo), pero dan consejos de amigo. En los negocios, los consejos de amigo quizá no sean los más adecuados porque suelen tender a "proteger" a la persona y a sacarle de la cabeza las "aventuras". Lo que me venían a decir, en una palabra, es que las decisiones valientes a veces no deben ser consultadas a quien te vea como un amigo, sino a expertos conocedores del tema, entendiendo que su respuesta será más objetiva.

    Lamento que pueda interpretarse en el sentido que tú manifiestas, aunque reconozco que tienes toda la razón al verlo así.

    Un abrazo y gracias por tu aportación

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  5. Hola de nuevo,

    Bueno, a mi me han llamado peores cosas que mediocre, por mi parte seguiré dando la 'murga' en este blog, nada de soledad.
    Porque una cosa es cierta, me equivoco. Siempre digo, que equivocarme es mi mejor vía de aprendizaje. Equivocarse es de sabios, a pesar de los que piensan que son infalibles, casi dioses. Mal camino para aprender y para vivir.

    Paz y amor,
    Marga Moya.

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  6. Hola Marga:

    yo soy consciente que la palabra "mediocre" es bastante despectiva y que su colocación puede ser vista como una falta de acierto por algunos. Con el consejo original hice un "corta y pega", y del mismo modo que yo no interpreté como que me decían que mis amigos son unos mediocres sino que entendí el sentido general del mensaje, confíaba en que aquí también se entendiera así.

    He corrido un riesgo al ponerlo, puede haber personas que se sientan despreciadas, pero para nada esa era mi intención. Lo lamento profundamente.

    Los errores son el germen del aprendizaje. Los aciertos solo conducen a la autocomplacencia. Estoy totalmente de acuerdo contigo en que es bueno equivocarse de vez en cuando.

    Un abrazo y gracias por el "marcaje" que me haces

    Joanillo

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  7. Entiendo el sentido del consejo y no veo porqué nadie debiera de sentirse ofendido. Estoy de acuerdo en que muchas veces elegimos a los consejeros más por cercanía que por idoneidad.

    Si necesito un consejo informático debiera buscar un informático, para un consejo médico un médico; por lo tanto, si lo que quiero es un consejo para convertirme en emprendedor, no me vale mi cuñado el que lleva veinte años de empleo fijo en la fábrica de turno y que lo más que ha arriesgado en su vida es a comprar tres décimos de lotería de Navidad.

    Creo que hay demasiada susceptibilidad y un poquito de ganas de dramatizar, ya somos personas hechas y derechas...

    Para terminar, y como los comentarios han ido derivando hacia el tema de la equivocación, incluiré una cita de alguien al que no le ha ido mal lo de emprender, y estoy seguro que no ha pedido consejo a su cuñado:

    “Si no cometemos errores, significa que no nos arriesgamos lo suficiente” Larry Page

    Un saludo,
    Celestino Martínez.

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  8. Hay mucha verdad en el consejo de Larry Page que nos aportas; a este tipo de riesgos también se le llama "salirse de la zona de confort", que suele ser el sitio en el que nos acomodamos y donde nos sentimos seguros. Eso sí, ahí ya no aprendemos nada. Para seguir aprendiendo y evolucionando es necesario darse de vez en cuando un paseíto por fuera, es decir, arriesgarse y cometer errores.

    Gracias por tu aportación, Celestino. Estoy totalmente de acuerdo con ella.

    Joanillo

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