LA IMAGINACIÓN AL PODER

La palabra más repetida en los últimos tiempos es INNOVACIÓN. La primera reflexión que deberíamos hacer viendo la preocupación de los empresarios por este tema, es que efectivamente algo tiene que estar sucediendo para que la búsqueda de nuevos hitos sea tan acuciante. La globalización ha traído como defecto una gran igualdad entre las empresas, dado que todas tienen acceso a las mismas tecnologías casi de modo simultáneo. Por otro lado, es sabido que la única manera de sobrevivir en un mundo tan igualado es diferenciándose, y de ahí se supone el enorme y creciente interés por la innovación.

La innovación puede entenderse desde dos vertientes:

  • Tecnológica: en procesos o en productos (o ambas cosas)
  • No tecnológica: en gestión (gestión administrativa, gestión de personas, layout, gestión de conocimiento…)

Desde mi punto de vista, las innovaciones más difíciles de conseguir son las primeras (las tecnológicas), porque no solo requieren sustanciales sumas de dinero en inversión en I+D, sino que también se precisa encontrar un equipo de personas muy eficientes y productivas en el campo de la investigación. Ambas cosas parecen estar solo al alcance de las grandes compañías, siendo difícil encontrar PYMES o empresas menores que sean punteras en este tipo de innovación. Curiosamente, cuando las empresas piensan en innovar tienen en el punto de mira estas innovaciones, las más difíciles –insisto-.

Es quizá más fácil obtener diferencias competitivas ahondando en mejoras “no tecnológicas”, aunque es llamativo como muchos emprendedores no caen en la cuenta de ello. En el campo de la gestión administrativa hay mucho camino por andar para muchas pequeñas empresas. Un ejemplo muy simple: ¿cuántas PYMES están aprovechando el potencial de las redes sociales para tejer relaciones de confianza con clientes y proveedores? Para muchos de ellos, hablarles de Linkedin o Xing es traerles a la mente el nombre de un planeta en una galaxia lejana: piensan que les hablamos de ello.

En cuanto a la gestión de personas… ¿cuánto no hay por hacer? Las personas acabarán siendo el pilar fundamental de las empresas toda vez que las “máquinas” tendrán características similares en todas las empresas y no permitirán alcanzar grandes diferencias en el output. Trabajar con las personas es trabajar e invertir en el futuro de las compañías. ¿Son conscientes de ello los empresarios? Algunos sí, otros ni se lo pararon a pensar. Incluso aquellos que respondan sí, yo les plantearía: ¿están dando los pasos adecuados? ¿están invirtiendo lo necesario? Creo que todavía los costes de formación se ven más como gasto que como inversión, lo cual contradice el interés “espiritual” que manifiestan por el desarrollo de personas y del talento oculto en la organización.

Sobre el tema del layout, yo plantearía: ¿cuánta gente es conocedora de la metodología de gestión en planta de las empresas japonesas? Todo está inventado: las empresas niponas llevan años siendo punteras en productividad y calidad, y su método está disponible para cualquiera que tenga un mínimo de interés y curiosidad. Aquí ni pensamos en ello ni queremos hacerlo: cuando hay problemas económicos en cualquier empresa es más fácil eliminar gastos de personal que replantearse una mejor manera de explotar los recursos existentes.

En fin, así con todo. Para hacer mejoras no tecnológicas se requiere bastante poco: simplemente dejar que la gente piense. Cuando digo “gente” me refiero a todos los empleados, desde el que está en la báscula pesando camiones hasta el que está en los archivos colocando facturas. Cualquier persona puede plantear cambios en su manera de hacer las cosas. Y cuando digo “piense” me refiero a dejar libertad para probar cosas nuevas, fomentar la inventiva. Como este asunto ya lo toqué en otro post, ahora simplemente me voy a remitir a él: Desperdiciar capital humano

Voy a finalizar mi disertación con un vídeo que muestra cómo la imaginación puede cambiar hasta las cosas más impensables. Espero que os guste

¡¡ La IMAGINACIÓN AL PODER !!

Un saludo

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6 comentarios:

  1. Hola Juan José. Muy interesante tú blog. Es la primera vez que lo visito y me ha encantado LA IMAGINACION AL PODER, coincido , por experiencia también después de 26 años en una multinacional de los cuales 23 de directivo. Es sentido común, el menos común de los sentidos. He podido comprobar como lo que dices tú se cumple pero se puede lograr fácilmente dejando a los empleados " que piesen " . No imaginas la cantidad de dinero que he podido ahorrarle a la empresa donde trabaje , aplicando ese principio. Por cierto, con remuneración para ellos también claro.
    Un saludo

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  2. Gracias por tu comentario y por aportar un ejemplo real de cómo dejar que la gente piense (algo tan simple como eso) puede llegar a suponer importantes ahorros en costes a las empresas. Por cierto, este tipo de filosofía la aplican mucho los japoneses en su modelo Kaizen

    Un saludo

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  3. Hola Juanico:
    Gracias por este nuevo post.
    Estoy de acuerdo muy mucho en que las verdaderas innovaciones han de venir de empresas intensivas en capital, en recursos, etc....y que las pymes de toda la vida, sólamente les queda innivar en procesos, métodos, etc.......
    Pero como bien dices, en estos campos hay mucho por hacer. A veces, nos pensamos que la innovación implica descubrir un nuevo segmento, lanzar un nuevo producto, resposicionar una estrategia ya existente y en muchas ocasiones, es mucho más fácil -y económico- pensar en pequeños ajustes, afinar algo que ya funciona, correguir errores, etc....... Y para esto, no hace falta tener patrimonio, sino voluntad e imaginación.

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  4. Estoy tan de acuerdo contigo que todas estas cuestiones tenía pensado incluirlas en una conferencia que daré el próximo día 18. Se va a titular: EL EMPRESARIO ANTE LA INNOVACIÓN: ¿SABEMOS QUE HAY DEBAJO DE LA ALFOMBRA?

    A buenos entendedores pocas palabras bastan, ¿verdad?

    Gracias de nuevo, Manu.

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  5. Absolutamiente de acuerdo contigo Juanjo y diria mas en España son las PYMES que sustentan la economia y si no les enseñamos a (i)novar se va toda la economia al traste.

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  6. Cuanta razón tienes, Mroseeu; hablo de memoria y espero no equivocarme mucho: tengo entendido que en España el 80% de las empresas tienen menos de 50 trabajadores, por lo que las políticas de incentivación económica deberían contemplar esta singularidad y adaptarse a los pequeños emprendedores (formación específica, etc).

    Sobre la innovación, yo creo que va siendo hora de hacer alguna pedagogía; no podemos pensar que innovar es juntar a un grupo de científicos en un laboratorio y ponerlos a desarrollar productos. Esto solo está al alcance de unas pocas empresas. ¿Qué pueden hacer las PYMES con sus escasos recursos? Pues "mirar debajo de la alfombra". Para mí, innovar es algo bastante más simple: es "dejar las cosas un poco mejor de como las encontramos", y esto tiene que hacerlo cada uno de los empleados en su desempeño diario. Si cambiamos los paradigmas empresariales pasando del "tienes que hacer así" al "haz lo que tu talento te permita con tal de que el resultado sea el esperado (o mejor)", las empresas encontrarían infinitas maneras de irse superando, de irse moviendo; y casi sin darse cuenta, llegaría un día en que se habrían diferenciado de sus competidores que es, al fin y al cabo, lo que persiguen las innovaciones.

    Precisamente de todo esto estoy preparando una conferencia para el día 18, que se emitirá on-line a través de la social business school.
    http://socialbusinessschool.com/

    Un abrazo

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