Aprovechando que hoy se celebró el día del emprendedor y que a lo largo de la jornada se escucharon muchas noticias relacionadas con este tema, voy a hacer una reflexión crítica de algunas de las cosas que se dijeron.
1) He observado con cierta perplejidad como constantemente se quiere poner el énfasis en la importancia de tener una buena idea para poder emprender con éxito. No estoy demasiado de acuerdo con esta apreciación. Hace tiempo escuché algo así como “pon una buena idea en manos de un gestor mediocre, y fracasará. Por una idea vulgar en manos de un buen gestor, y triunfará”. Por lo tanto, ¿de qué depende el éxito? ¿De la idea o de la gestión empresarial? El dato más espeluznante que pude ver a lo largo del día es aquel que dice que sólo una de cada cuatro empresas que empiezan sobrevive a los cinco años. Me remito a la pregunta de antes: ¿qué las hizo fracasar? ¿eran malas ideas? Seguramente no. Simplemente fracasó la empresa, su gestión. (Luego profundizaré en las razones de estos fracasos)
2) La segunda cuestión que me llamó la atención es que siempre que se busca un ejemplo de un emprendedor con éxito se encuentra en el campo de las nuevas tecnologías. He visto ejemplos de una empresa de software, de otra de aparatos de TDT, otra de ventas por internet… Acaso, ¿no es posible triunfar en campos más tradicionales como la fontanería, la restauración, la carpintería de aluminio, etc? Parece que se traslada una imagen a la sociedad de que el éxito solamente puede venir de la mano de las nuevas tecnologías, cosa que yo creo que no es cierta. Si además este mensaje se refuerza haciendo hincapié en la innovación como premisa indispensable, me temo que estamos lanzando un mensaje sesgado. Hace tiempo hablé en otro post de la innovación, remarcando la existencia de varios tipos: innovación tecnológica (de producto o de proceso) e innovación NO tecnológica (de gestión). Esta última es la gran olvidada, y precisamente es más fácil de conseguir que cualquier otra. Basta con revisar cómo hacemos las cosas del día a día en una empresa y tratar de mejorarlas. Ni más ni menos. No hay que hacer enormes inversiones en I+D, no hay que contratar científicos de bata blanca, nada de nada. Solamente poner a la gente que ya tenemos en la empresa a pensar en cómo mejorar su trabajo.
3) Volviendo a las causas de los fracasos, tengo la sospecha de que mayoritariamente se deben a la falta de formación empresarial. El emprendedor enfoca todo su esfuerzo a la producción (eso es lo que sabe hacer y es la razón de ser de su compañía), pero tener una empresa es algo más que producir. Es gestionar personas (formación en recursos humanos), gestionar flujos de capital (formación financiera) y, sobre todo, saber vender el producto (formación en marketing y ventas). ¡¡Ninguna empresa sobrevive si no vende sus productos, por muy buenos que sean!! Los emprendedores suelen iniciar la actividad de la mano de algún organismo público o algún mentor que les guía en sus primeros pasos. Pero a partir de ahí, el empresario queda libre en la jungla del mercado. Solamente aquellos con inquietud constante por aprender adquirirán las competencias necesarias para salir adelante en un entorno tan salvaje. Y me temo que, una vez que los mentores dejan de hacer su tarea, los emprendedores creen que ya lo saben todo y dejan de formarse. La formación continua es el primer secreto del éxito. Hay que aprender todos los días, usando libros, acudiendo a seminarios, contrastando información en las redes sociales profesionales… ¡¡en todas partes!!
No me quiero extender más. Si tuviera que resumir mi artículo en varias frases concisas diría:
- El éxito de un emprendedor está en la gestión y no tanto en la idea de negocio.
- Innovar es bastante más simple y más cercano de lo que dice. Es mejorar el día a día.
- Cualquier empresa, por pequeña que sea, es una suma de funciones directivas: finanzas, recursos humanos, marketing, producción. No vale ser muy bueno en la última. Hay que ser muy bueno en todas.
- El éxito en la gestión que remarqué en el punto 1 solamente puede venir de la mano de la formación constante. Nunca se sabe todo. Cada día hay que aprender algo nuevo.
En fin, esta es mi aportación al día del emprendedor. Buen día a todos y buena suerte en vuestras aventuras empresariales. ¡¡ LA SOCIEDAD OS NECESITA !!
Dos apuntes: Define EXITO. ¿Todo emprendedor debe llegar a ser Sergey Brin y Larry Page (fundadores de Google)? o basta con poder vivir decentemente de tu emprendimiento.
ResponderEliminar2º Efectivamente, existen emprendedores que no son empresarios y que, cuando su proyecto alcanza la cima, deberían apartarse o delegar la gestión en profesionales y seguir emprendiendo (innovando) en ese mismo campo o en otros.
Y una P.D.: Si vas a emprender amplía los horizontes. Los ánimos de tu familia y de tus amigos no son argumentos suficientes para "lanzarte a la piscina".
Salu2
En cuanto a la definición de éxito, sería muy difícil expresarlo de tal modo que englobe todas las acepciones posibles. Existen tantas metas posibles como personas emprendiendo, y se supone que alcanzar esa meta es obtener éxito. Lo que yo quería decir cuando usé esta expresión, es que se tiene éxito cuando cada uno alcanza lo que se propone y no le suceda como a uno de cada cuatro: que tengan que bajar la persiana antes de cinco años.
ResponderEliminarLa segunda apreciación que haces es muy buena; es verdad que hay gente que emprende sin tener conocimientos empresariales y "aprende sobre la marcha". ¡¡Esa es la cuestión que quería decir!! Hay que aprender día a día, constantemente. Se puede empezar de cero, como no, pero una vez en marcha, para que las cosas sigan a buen ritmo y alcancen el objetivo perseguido, requieren de una buena gestión empresarial que debe ser aprendida cada día.
Finalmente, sí tengo intención de emprender. La razón de hacerlo es llevar a la práctica muchas de las reflexiones que vengo aportando y en las que creo firmemente. El apoyo de la familia es importante, que duda cabe, pero efectivamente uno no puede basarse en eso.
Muchas gracias por tu aportación, que me ha parecido muy enriquecedora.
Me ha interesado mucho el post, y coincido en que los medios siempre enfocan la innovación hacia la tecnología o, frecuentemente, recurren a este mismo campo cuando hablan de emprendedores, aunque a veces ponen a algún cocinero para variar.
ResponderEliminarRecuerdo que en los años 80 cuando se hablaba de de gestores de éxito se ponía como ejemplo a Mario Conde así que me imagino que la cosa irá cambiando.
Por otro lado, me parece peligroso también que ahora se de la "moda" de recomendar a todo el mundo que está en paro "que emprenda". No todo el mundo vale para ello. Ha habido años en los que todo el que quería emprender ponía un videoclub, o un bar, o una tienda de todo a cien, incluso una inmobiliaria ... El tiempo ha ido poniendo a cada uno en su sitio...
Por último, lo que suscribo plenamente es el capítulo de la formación. Hagas lo que hagas, tienes que seguir formandote, sobre todo para no perder la costumbre de cuestionarte tus conocimientos. Y no hace falta hacer masters de 25.000 euros, hay mucha formación asequible y gratis al alcance de cualquiera.
Un saludo, y enhorabuena por tu blog.
Muy buena tu apreciación sobre el peligro de recomendar a todo el mundo que emprenda. Está claro que lo que se pretende es bajar la estadística de parados, y para conseguirlo vale cualquier recomendación. Efectivamente emprender no es jugar al monopoli, es algo bastante más serio. En épocas de bonanza económica no suele haber problemas: los clientes entran por la puerta porque hay "abundancia de dinero". El problema viene en las recesiones, y tenemos muchos ejemplos de estos en la actualidad (300.000 PyMES han bajado la persiana en poco menos de 2 años). Yo soy un "fanático" de la formación contínua, y creo que en algunas facetas es imprescindible (en la medicina y en la empresa, por poner dos ejemplos). Me alegra encontrar personas alineadas con este pensamiento.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu aportación y recibe un cordial saludo. Ojearé tu blog de vez en cuando.
Joanillo